Junto a la protección de la maternidad una de las principales medidas para superar la discriminación de las mujeres en el ámbito económico es implementar regulaciones que aseguren la implicación de los hombres en las responsabilidades familiares. La legislación relativa a la protección de maternidad tiene que ir acompañada de normativa que regule las licencias y permisos de los hombres, garantizando el principio de coparentalidad en la legislación relativa al cuidado, evitando que el peso del cuidado recaiga unilateralmente en las mujeres, a través de la extensión de licencias de paternidad.