Un aspecto fundamental vinculado al empoderamiento económico de las mujeres es el relativo a los sistemas de protección social que incluyen el acceso a las pensiones. En el caso de los sistemas previsionales contributivos, la principal fuente de discriminación se vincula a la densidad de cotizaciones que se puede ver impactada por las edades de retiro diferenciadas por sexo o por las interrupciones en la vida laboral de las mujeres como consecuencia del rol reproductivo y trabajo de cuidados que asumen.